Friday, October 10, 2008

Nuevo sitio experimental



Con el propósito de explorar otras posibilidades creativas, he abierto un sitio electrónico personal alojado en el exitoso Círculo de poesía. Con la ayuda de mis jóvenes colegas Carlos Conde y Jorge Mendoza propongo ahí algunos poemas manipulados desde las herramientas de la multimedia, video, html, sonorizaciones, espero que estos juegos puedan ser de su interés. Pienso que sin menoscabo del uso de las formas de la expresión poética, se puede establecer un diálogo con otros modos del arte que potencien y fijen nuevas maneras de experimentación, lo he creído siempre, en lo que no creo, es en una tesis previa, la obligación de ser novedoso es tan antigua como usar pelucas blancas y sorber rapé; en cambio, me parece utilísimo para los fines del arte actual la exploración de nuevos discursos estéticos, el intercambio afortunado entre diversas técnicas, la experimentación poética sí, no la vanguardia; el futuro se acabó en los días finales de 1997, cuando el Y2K amenazaba con regresar los relojes de todas las computadoras del mundo al cumplirse el último minuto del año 1999. En París, a la orilla del Sena y mientras reventaba en luces la Tour Eiffel, comprendimos que viviríamos un nuevo tiempo, que los relojes contarían un nuevo tiempo y que debíamos cantarlo con una nueva voz y un nuevo sentido, para esto, debíamos conocer todas las posibilidades del verso tradicional, las más descabelladas posibilidades del verso libre, cada una de las estaciones de la antigua retórica y cada andén de la moderna estilística. Estamos maduros para ser verdaderamente jóvenes, acudan a este diálogo en:

http://circulodepoesia.com/hiperboreos/

Thursday, October 09, 2008

Vamos a la Feria del Zócalo



En el marco de la Octava Feria del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México, este sábado 11 de octubre, a las 2 de la tarde, se presentarán los poetas Jair Cortés, Alí Calderón, Carlos Roberto Conde, Mario Bojórquez, Jorge Mendoza, Rubén Márquez Máximo y Antonio Escobar para ofrecer un recital de su poesía.
La cita es en el Foro General "Víctor Hugo Rascón".

El juego de la traducción


En el Centro de Lectura Condesa estaré, invitado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, hablando de la traducción de poesía como una actividad gozosa y entretenida, mi conferencia se titula Leer poesía en otras lenguas, se trata en general de mostrar la actividad de la traducción como una posibilidad de comprensión de nuestra propia lengua. La cita es el miércoles 15 de octubre de 17:00 a 19:00 horas en avenida Nuevo León # 91, colonia Condesa, México, DF. Para mayores informes consulte en:

http://www.literaturainba.com/centro_lectura.php


Mar de Vértigos


Del 12 al 19 de octubre en la Ciudad de México se instalará el Encuentro Nacional de Literatura Mar de Vértigos, que reunirá, en diversos géneros, a la joven literatura nacional, me han invitado para compartir una conversación con los excelentes poetas Jorge Fernández Granados (recientemente galardonado con el Premio Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer) y Claudia Posadas, la cita es en Donceles #66 el viernes 17 de octubre a las 20:00 horas, centro histórico. Para consultar el programa completo, visite:

http://mardevertigos.blogspot.com/2008/08/programa.html

Monday, September 29, 2008

Oración del buen lector


Hoy en la plazuela Obregón de la ciudad de Culiacán, que además festeja otro aniversario de su fundación, habrá un festival de la lectura, la cita es a las 18 horas. Aquí les dejo mis mejores deseos y esta


Oración del buen lector


Se lee para conocer, para ensayar en otras vidas la nuestra; el oficio de lector, de lector aplicado y diligente obtiene frutos casi siempre íntimos, nos llena de prendas valiosísimas pero invisibles, ilumina el sendero oscuro que va de nuestro corazón a nuestra cabeza y en ocasiones, esa luz puede alumbrar el camino de los que están cerca. Es el tesoro más personal que podremos tener, difícilmente habremos de comunicar a los otros como opera el enredado sistema de nuestra predilección, las resonancias espirituales que un texto provoca en otro aunque sus temas o su tratamiento nos parezcan distantes, la maravilla impar que dos lectores obtienen de una misma línea. Así de delicado y sutil es el perfume de la lectura.


Mario Bojórquez

Saturday, September 27, 2008

Grabado de mil metros en la Ciudad de México


Allí encontrarán poemas y dibujos de:
Manuel Felguérez
Leonora Carrington
Vicente Rojo
Fernando González Gortázar
Gilberto Aceves Navarro
Hersúa
José Luis Cuevas
Bárbara Jacobs
Carlos Chimal‏
Coral Bracho
Cristina Pacheco
Eduardo Langagne
Elena Poniatowska
Elsa Cross
Federico Campbell
Gilberto Prado Galán‏
Héctor Vasconcelos
Homero Aridjis
Iván Restrepo
Javier Sicilia
Jorge Fernández Granados
Laura Esquivel
Mario Bojórquez
Paola Velasco
Ricardo Yañez
Rosa Nissan
Rosina Conde‏
Sergio Mondragón
Verónica Volkow

Wednesday, September 24, 2008

Sobre El deseo Postergado, Mijail Lamas


Tres poetas mexicanos de la segunda mitad del siglo XX han desentrañado los estados más perturbadores del alma. Me refiero a Alí Chumacero, Rubén Bonifaz Nuño y Eduardo Lizalde. Desde la perspectiva siempre atenta del sentimiento, estos poetas han eludido la contención de las pasiones, aligerando el dramatismo excesivo muchas de las veces mediante el sarcasmo, la ironía y hasta el humor un tanto agridulce.
La propuesta de estos poetas rescribe y traslada lo clásico. Mezcla de carmen latino y canción ranchera, esta poesía de lo desbordado y lo dicotómico del amor que implica el desencanto, se ve atemperada por el humor, la jactancia y la misoginia, esta última como rasgo cultural idiosincrático del montaje literario desde los griegos.
Los tres han creado una obra poderosa y vital, que para algunos podría parecer tremendista en lo contundente de su embate estético, como en la violenta construcción de imágenes. Es de destacar en ellos la pulida construcción de sus versos, resultado de una exploración formal que ha actualizado estos temas y enriquecido nuestra tradición.
Abundando sobre los temas de estos tres poetas, encontramos el amor (sobre todo Chumacero) y su avatares, una sagaz crítica a la militancia política (Lizalde) y una valiente reelaboración de la poesía social (Bonifaz Nuño) a partir de la experiencia particular que da cuenta de lo colectivo, demostrando que el dolor, la miseria y la ira, son más contundentes cuando tienen un rostro que se puede distinguir entre la multitud.
En esta visión de la poesía se inscribe El deseo postergado, libro de Mario Bójorquez (Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2007).
Como dice el poema “Cantado para nadie” de Francisco Cervantes, pareciera que a Mario Bojórquez “La ira, el improperio, /los bajos sentimientos…” le dieron este canto.
La génesis temática de El deseo… se puede rastrear desde el Diván de Mouraria (1999), libro en el cual se exploran sentimientos como la envidia, el odio, la soberbia, tratados de manera más bien expositiva y tomando una distancia prudente entre el sentimiento y la voz lírica: “cada golpe una angustia, un odio, una indolencia/ y el deseo postergado, vivo fuego en las manos/ se escurrió como el agua.”
En cambio, en este libro, la voz lírica se instaura en el escenario de la imposibilidad de saciarse, en el recuento de cada una de las infamias. Su ejecución se desarrolla de principio a fin en una cabalgata melódica sustentada en el heptasílabo, el eneasílabo y el endecasílabo, los más prestigiadas elaboraciones métricas del castellano, de tal modo que la voz se afirma en esa cabalgata melódica de principio a fin que revelan esa cuidada construcción técnica observada en los poemas de Bojórquez de sus libros anteriores Pájaros sueltos (1990) y Contradanza de Pie y de Barro (1996).
Una “Lápida” es el portal de este volumen, pero aquí la lápida no es piedra inerte, esa inscripción es epitafio de tajante desaliento que perdurará inalterable en sus certeras palabras.
“Quede aquí por lo pronto/ El canto de alguien que no supo/ Vivir como deseaba”
Deudor también del siglo de oro español, sobre todo desde el ámbito de su profunda raíz moral, este libro le debe mucho a fray Luis de León, san Juan de la Cruz y en especial al poeta Andrés Fernández de Andrada. De tal modo que se erige como una epístola moral para sí mismo, escarnio en carne propia, proceso judicial donde el indiciado, el juez y la defensa son el poeta mismo, que no atina a encontrar su casa sosegada.
La falsa segunda persona despliega con mayor fuerza la imagen de ese paisaje desolado que es el alma humana: “Hablo contigo como si fuera yo el que escucha/ Y nada ya de mí nos pudiera explicar/ Qué hacemos al cruzar los brazos abatidos/ Ante la triste sombra de lo que nos callamos”. Canta como si no fuera él sino otro el que “surcó esos aires”.
Cada uno de los apartados sería la declaración que brinda el acusado, ya del modo en que la vida ha mellado sus fuerzas, o de cómo la derrota todo lo circunscribe a un pasar la vida siendo ante todos una sombra impertinente. La desacralización de la memoria, de la infancia que marca todo destino, es un trámite necesario para entender la infamia que se yergue ante cada uno, la infamia de quien no fue preparado para ella. Así, una lamentación como la que se despliega en el séptimo apartado (“Laudo”) remata este sentimiento de imposibilidad de no poder volver a ser lo que se era: “Así como el día pasado ya no vuelve/ No volverás sobre tus propios pasos/A recorrer la senda abierta para ti/En el jardín que guarda tu memoria.”
Es pertinente mencionar que las cantigas en galaico-portugués que se encuentran al inicio de cada apartado son un homenaje, a la vez que un diálogo con Francisco Cervantes, lo cual es tan interesante como extraño, ya que el autor de “La obra soñada” es un poeta muy poco citado por los autores contemporáneos de nuestra poesía.
Este pues es el canto de un exiliado de la juventud, de esa juventud de promesas que creemos invulnerables, y sin embargo, se ven caer raudas por el suelo mojado de un “amargo licor de almendras amarillas”. El canto de quien sabe que al final no hay otra redención que la poesía, único medio para salvarse del olvido.

Monday, September 22, 2008

Salvador Díaz Mirón, Cronología del relámpago




En el Distrito Federal
Fomenta SEP la lectura a través del proyecto La Letra Viva

2008 – septiembre – 06

· Esta semana participó con gran éxito el escritor sinaloense, Mario Bojórquez
· El ejercicio literario se presentará todos los martes de 18 a 19:30 horas en la Biblioteca Pública “Amalia González Caballero de Castillo Ledón”

La Secretaría de Educación Pública, a través de la Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal, inició conjuntamente con la Fundación para las Letras Mexicanas el proyecto “La Letra Viva”, cuya finalidad es fomentar la lectura entre la población capitalina y difundir el talento de jóvenes escritores.

Otro de los objetivos de este ejercicio es transmitir que se puede generar el gusto por la lectura no solo leyendo sino también escuchando narraciones que sensibilicen las emociones y los sentimientos, con el acercamiento a los usuarios al mundo de los libros.

“La Letra Viva” se está realizando todos los martes de 18 a 19:30 horas en la Biblioteca Pública “Amalia González Caballero de Castillo Ledón”, ubicada en las avenidas México y Sonora, dentro del Parque México, colonia Hipódromo de la Condesa.

Esta semana se presentó con gran éxito el escritor sinaloense Mario Bojórquez, quien deleitó al público asistente con una divertida apología del gran poeta veracruzano Salvador Díaz Mirón.

Mario Bojórquez es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte; obtuvo el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, 2007, ha sido profesor de literatura en diversas universidades del noroeste del país, del Instituto Nacional de Bellas Artes y la Fundación Mexicana para las Letras. Es autor de los libros de poesía Pájaros Sueltos, Bitácora de Viaje de Fortúm Jiménez, Nuevas Coplas y Cantares del Temible Bardo Eudomóndaro Higuera alias El Tuerto, Contradanza de Pie y de Barro, Pretzels y el Deseo Postergado.

El autor presentará el domingo 7 de septiembre a las 12 horas en la Sala “Manuel M. Ponce” del Palacio de Bellas Artes su más reciente obra Diván de Mouraria, editado por la Universidad de Guanajuato.

Los escritores que se presentarán en las siguientes semanas son:

Septiembre
Martes 9: Vicente Alfonso
Martes 23: Mijail Lamas
Martes 30: Hernán Bravo Varela

Octubre
Martes 7: Luis Jorge Boone
Martes 14: Geney Beltrán
Martes 21: Óscar de Pablo
Martes 28: Paola Velasco

En la primera jornada literaria estuvieron como invitados de honor el Administrador Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal, Luis Sánchez Gómez y el presidente de la Fundación para las Letras Mexicanas, Miguel Limón Rojas.

Sunday, September 14, 2008

Potenciar el español


Río Doce
Celia Cortés
Lunes 08 de septiembre de 2008


Mario Bojórquez (1968), poeta mochitense, es uno de los tres artistas sinaloenses que lograron la beca del Sistema Nacional de Creadores que otorga el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca). Ganador de algunos de los premios nacionales de poesía más importantes: el Clemencia Isaura (1995), el Enriqueta Ochoa (1996), el Abigael Bohórquez (1996) y recientemente, ganó el premio más codiciado por los poetas en México: El Premio de Poesía Aguascalientes, en su edición de 2007. Tras residir varios años en la frontera norte, actualmente lo hace en la Ciudad de México.

Traductor del poeta portugués Fernando Pessoa, labor heredada de su maestro Francisco Cervantes, comenta Mario Bojórquez que actualmente traduce del catalán a Antoni Marí: él ha escrito tres libros que publicó cada diez años… “Imagina lo que ha decantado, su sonoridad”… Y recita en catalán al autor mencionado.

Jo no creia que pogués tornar,
no creia que pogués tornar mai mes
a veure aquest camps
on la solitud i l'abandonament
governen, ni aquest petits pujols
que cauen cap al mar
ni aquest aire quiet que sembla detenir
o tot, ara que tots son al llit
i dormen.

Tras ceremonia organizada por el Gobierno estatal para mostrar su trayectoria, junto con la escultora Rosa María Robles y la bailarina y coreógrafa Claudia Lavista, quienes también ganaron la beca del Sistema Nacional de Creadores, Ríodoce tuvo oportunidad de platicar con Mario Bojórquez y preguntarle:

––¿El Premio Aguascalientes 2007, crees que haya influido en la decisión del Fonca para apoyarte en esta ocasión?––

Mi relación con el Fonca ha sido anterior, fui becario en 1994 y 1999. Por supuesto que el Premio Aguascalientes tiene su influencia en esto, pero además tiene importancia para la historia de la poesía en nuestro país. Recordemos que José Emilio Pacheco, Eduardo Elizalde, Efraín Bartolomé, Eduardo Langagne, Francisco Hernández y muchos otros de gran talla lo han obtenido. Cuando participé había cuidado mucho mi material, me cuidé de no publicarlo, lo revisé, busqué que fuera un material completo, fuerte, contundente, que fuera irreprochable, y creo que el jurado así lo consideró: El Deseo Postergado fue del gusto unánime del jurado.
––¿Qué significó Los Mochis para tu crecimiento como poeta?––

El Cerro de la Memoria… ¿en qué se parece mi cerro a la memoria? Descubrí que la memoria era un elemento importante en la formación del poeta: eso es lo que “Los Mochis”, la madre, la tierra que te recibe, te da: el don de la memoria para que puedas conocer toda la poesía que se ha escrito y puedas imaginar la poesía que se escribirá un día.

––¿Tu trabajo como editor ha fortalecido tu trabajo poético?––

El trabajo del editor es poner al servicio de los otros la máxima atención al respecto de la expresión más pura, la expresión más justa, el cuidado de la lengua, del lenguaje. Ahora soy editor de la revista Biblioteca de México, revista clásica de letras, la única que nos queda desde esta perspectiva clásica, que dirige el gran poeta Eduardo Elizalde, así como dirige la biblioteca José Vasconcelos: en ese espacio que es un templo de los libros, se construye esta hermosa revista que ya ha recibido premios como el de arte editorial por la CANIEM. El trabajo de editor es un trabajo de servicio a los otros, de servicio a la lengua, al español. Yo nunca dudo que mi trabajo de poeta es un trabajo en colaboración, que así como Quevedo en 1600 hubo de escribir cosas para que el español se convirtiera en una lengua fuerte, comprensible para muchos, que se pudiera extender hacia otro continente como América, así como entendía su trabajo y como lo entendió Miguel de Cervantes, yo aquí también entiendo cuál es mi contribución: que el español mantenga sus fortalezas, que potencie sus formas más puras, sus formas más complejas, y esto no quiere decir que yo denigre otras notaciones de la lengua.

––¿Es parte de tus propósitos y tu poética?––

Sí, creo que sí, sin duda; yo estoy pensando en mi lengua todo el tiempo, porque estoy pensando en las otras lenguas, es decir, mi formación en la lectura y traducción del inglés, del francés, del portugués, del italiano, el catalán, el gallego, tienen el propósito de hacer de mi lengua, el español, una gran lengua, y porque conozco las otras, entonces puedo conocer ésta. Ahora, por ejemplo, estoy interesado en la lengua cahíta, estoy aprendiendo canciones, poemas, porque dije: ¡ah, qué chingón tú, aprendiendo japonés!, ¿y qué pasa contigo, con Los Mochis, y qué pasa con lo tuyo?, ya he aprendido… (y se suelta recitando en yoreme).

Ehui lilichi Malia Antonia
Ehui lilichi Malia Antonia
tútuli camo nacuene huela
macano noca canono bitcha
cacunela

Estoy aprendiendo; a mí me gusta eso y tiene que ver conmigo.

Mario Bojórquez, durante su presentación mencionó que es más invitado a participar en otras latitudes que en su propio estado natal, y claro que acepta invitaciones desde su tierra. Ya es un poeta nacional, miembro del Sistema Nacional de Creadores, traductor y editor. Para aquellos que intentan escribir podría ser importante platicar con Mario, no solo por sus reconocimientos, sino por sus conocimientos, sus investigaciones y para averiguar sobre su proceso creativo. Ojalá en su tierra sea tiempo de valorarlo. De leerlo.

Tuesday, September 09, 2008

Conferencia en Chihuahua


Festejarán el 30 aniversario del Sistema de Enseñanza Abierta
Fecha: Lunes, 08 de septiembre de 2008, 04:05:56 PM

Chihuahua.- Con motivo de la celebración del 30 Aniversario de la Fundación del Sistema de Enseñanza Abierta, el Colegio de Bachilleres del Estado de Chihuahua llevará a cabo diversos festejos.


El primer evento será la Graduación Conmemorativa del Trigésimo Aniversario del Sistema de Enseñanza Abierta, la cual se realizará el viernes 12 de septiembre en el Auditorio del Plantel 8 en punto de las 18:00 horas. Posteriormente, el miércoles 17 de septiembre se impartirá la Conferencia Magistral “La Educación Abierta en México, Retos y Consecuencias” a cargo del reconocido escritor y catedrático de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Mario Bojórquez Güereña. La conferencia tendrá lugar en el Museo Universitario Quinta Gameros a las 20:00 horas, esto con el apoyo de Comunicación Social de Gobierno del Estado. Asimismo el jueves 18 de septiembre se llevará a cabo la Inauguración de la Plaza del Correcaminos, que comprende diversas actividades como el Concierto Musical Popular por parte de la Banda de Música del Plantel 1, el Cierre de la Capsula del Tiempo y la Exposición Fotográfica Internacional “El Beso y el Agua” de Luly Sosa. Todo lo anterior tendrá cabida en el Plantel del SEA, ubicado en la Avenida División del Norte # 3707, comenzando desde las 17:00 horas. Para finalizar los festejos el mismo día en punto de las 20:00 horas se realizará un Concierto de Gala a cargo de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Colegio de Bachilleres, en el Paraninfo de la Universidad Autónoma de Chihuahua Cabe resaltar que durante el evento se contará con la presencia del Gobernador Constitucional del Estado, José Reyes Baeza Terrazas; Guadalupe Chacón Monárrez, Secretaria de Educación y Cultura; Gonzalo Aguilera Gutiérrez, Director General del Colegio de Bachilleres del Colegio de Bachilleres del Estado de Chihuahua; Lucila Flores Martínez, Directora Académica; Jesús Mireles Sarmiento, Director Administrativo y José Luis García Rodríguez, Director del SEA-Chihuahua, entre otras importantes personalidades.

Por: Lizandro Ramos

Dos formas de sentir nostalgia





Dos formas de sentir nostalgia

Omar Alcántara

Unos minutos después del mediodía, ante una nutrida asistencia, el ensayista y poeta Alí Calderón fue el primero en tomar la palabra. Durante su intervención comentó la obra de Álvaro Solís, al tiempo que invitó a una reflexión sobre la estética de la poesía actual: en su opinión, mucho de esta estética “se nos ha impuesto”, alejándonos de lo que el consideró “la razón de ser del poema”: el estremecer. De ahí que elogiara la poesía de Solís, ya que, en su experiencia, él es de los “pocos poetas de su generación que provocan algo”. Alí Calderón también destacó “el prodigioso lirismo, [el] desborde de melancolía y soledad” que se halla en la poesía de Solís, y apuntó que sus “hallazgos extraordinarios” lo ubican “lejos del vacío conceptual”, por lo que lo llamó digno heredero del poeta José Carlos Becerra, con quien Solís comparte el origen tabasqueño.

El poeta Jair Cortés, por su parte, se encargó de comentar el libro y la poesía de Mario Bojórquez. Comenzó hablando de la amistad que los une, y enseguida hizo referencia al trabajo de Bojórquez, destacando en él su “preocupación estética múltiple” y “su asombroso manejo del lenguaje”. A decir de Jair Cortés, en Diván de Mouraria se expresan “las más profundas pasiones del hombre”, con lo que destacó en el libro presentado tanto la expresión, como el hecho de que en cada uno de sus versos de siempre encontremos un “hallazgo poético”.

A continuación, fueron los autores de Cantalao y Diván de Mouraria quienes tomaron la palabra. Álvaro Solís habló del origen de la palabra “Cantalao”, que se refiere a un pueblo ficticio en donde Pablo Neruda imaginó una comunidad de artistas junto al mar, y que Solís descubrió en la lectura de una biografía sobre el poeta chileno: “Este libro, titulado Cantalao, habla un poco sobre aquel pueblo que no existió […] por lo que las dos primeras partes [del libro] son la descripción [del mismo]”. Álvaro Solís comentó también sobre la nostalgia que experimenta al recordar su estado natal, nostalgia que contagió al auditorio al entonar intensamente sus versos: “Alguien dicta al oído lo que escribo, nadie más escucha su palabra de sombra sin voz, sin labios, sin diafragma. Alguien dicta lo que escribo, su voz habla a mis manos, yo no escucho, no es palabra el sustrato; es latido” (“Escribano”).Álvaro Solís, como lo hiciera después Bojórquez, leía y de reojo miraba a los presentes, como si buscara en ellos los efectos de sus palabras. Concentrado, trasmitía diversas emociones: “El mar es la tumba de Dios sin epitafio”. Sus versos fueron como una marejada tierna y susurrante en la sala. Y concluyó con su poema “Testamento”: “Con discreción tírenme al río […] con la discreción de la ceniza”.

Mario Bojórquez, quien permaneció muy atentó a la lectura de Solís, elogió la lectura de su amigo al tomar la palabra. También habló sobre la composición de Diván de Mouraria: “[Lo] escribí en la soledad más plena [y] es un libro al que le tengo mucho afecto”. Y, como si no hubiera bastado el torrente emocional de la lectura de Solís, Bojórquez –en otra tesitura, en otro estilo, en donde la gesticulación de sus manos buscó acompañar en casi todo momento la fuerza de sus versos–, leyó sus poemas: “Porque he puesto en tus manos mi esqueleto de sombras/ en tus ojos abiertos ha crecido el espanto/ gacela de los días, náufrago de mi cuerpo” (“Gacela de antes del amor”).Una tras otra, las gacelas y las casidas (poemas con filiación métrica y poética árabe) que componen su poemario, se expresaron con gozo. Después de algunos poemas hizo algunos comentarios: recordó a John Keats y puntualizó sobre los títulos de sus poemas. Y, nuevamente, vivió cada palabra suya: ya no leyó, sino que citó de memoria: “Todos tenemos una partícula de odio…”
Los asistentes agradecieron con fuertes aplausos a los dos poetas, ambos ganadores de premios, ambos destacados escritores que dan fe de la cabal salud de la poesía en nuestro país.

Friday, September 05, 2008

Los esperamos este domingo 7 en el Palacio de Bellas Artes



Hedonismo e inquietud en Diván de Mouraria de Mario Bojórquez



Omar Alcántara Islas

Johann Wolfgang von Goethe fue uno de los primeros escritores occidentales en trascender en su acercamiento a la poesía oriental. Su poemario Diván de Oriente y Occidente (1819) fue fruto de su lectura de la poesía del poeta persa Hafiz. En la poesía en lengua española es Federico García Lorca el que más entrañablemente ha dejado registro de este acercamiento a la literatura árabe y persa con su libro Diván de Tamarit (1936). Y precisamente en esta misma tradición se ubica Diván de Mouraria de Mario Bojórquez (Sinaloa, 1968), un texto que sólo había sido publicado en una edición bilingüe en Portugal, en 1999, y que ahora edita la Universidad de Guanajuato.

Al igual que en el libro de García Lorca, el poemario se divide en dos partes: gacelas y casidas, ambas formas literarias provenientes de la métrica y poética árabe. Las primeras son composiciones breves en las cuales el amor es el tema principal, lo que no evita –ya lo había hecho Lorca, ahora Bojórquez-, que puedan expresar otros asuntos. Las casidas, por su parte, son composiciones más libres en cuanto a sus temas y más extensas en su composición. Con una estructura similar al de Diván de Tamarit en el número de sus poemas (el libro de Bojórquez tiene una gacela más, pero igual número de casidas), el poeta mexicano incursiona, desde su propia experiencia poética, en la lectura no sólo de Hafiz y Lorca, sino de Mouraria, este barrio de Lisboa en donde se confinará a los musulmanes después de la reconquista cristiana, y en donde algunos historiadores cuentan que inició el fado, ese canto doloroso de honda raigambre portuguesa que aún se puede escuchar en los barrios de esta ciudad, misma que, también –no hay que olvidarlo para entender mejor la poesía de Bojórquez-, es la ciudad de Fernando Pessoa, uno de los poetas más importantes de la literatura occidental.

El libro de Bojórquez, como lo anticipa Álvaro Solís en su presentación, tiene también la filiación de El deseo postergado, ese trabajo poético con el que el poeta sinaloense se hiciera merecedor del Premio de Poesía Aguascalientes en 2007. Esta misma postergación, a decir de Solís, es el tema del libro: postergación del amor, postergación del deseo o de la muerte.

Las gacelas presentadas tienen el valor de poder ser interpretadas en distintos niveles de lectura: se pueden interpretar como cantos que dialogan –como lo ha expresado Solís- con la tradición, como cantos que sugieren la presencia del animal designado con esta palabra en el español, o como cantos a la mujer. Y en esta última interpretación hay que tener presente el Cantar de los cantares (en donde la metáfora gacela-mujer es freecuente), para recordar que la poesía es, en algunas de sus mejores manifestaciones, la síntesis expresiva de las emociones humanas – sean árabes o judeocristianas-, así como el constante redescubrimiento de nuestro lenguaje y sus posibilidades rítmicas. He aquí la importancia del texto de Bojórquez: cosecha nuestros temas predilectos e incorpora otros; y mediante su musicalidad experimental provoca que muchos de sus versos tengan el sonido de una melodía pulida por los siglos.

En las gacelas están presentes el amor y su imposibilidad, pero también las alusiones eróticas y sexuales que –se podría sugerir como tema alterno- mediante la palabra, anulan toda imposibilidad. Sin embargo, no es en las gacelas, sino en las casidas- mediante la expresión del odio y de otras actitudes o emociones que generalmente se asocian a lo negativo- en donde el poeta alcanza su tensión más plena. Por ejemplo, su “Casida del odio”, que comienza con el verso “Todos tenemos una partícula de odio”, nos lleva en su reiteración no sólo a reflexionar en sus palabras, sino a encontrar una manifestación no sólo humana, sino incluso cósmica, de esa partícula de odio que se lleva dentro como gota que contamina la vida. Fatalidad que, valga el redundar, hace pensar en el poema “Lo fatal” de Rubén Darío, en alguno de los muchos poetas que es Pessoa, así como en música de fado en Mouraria. No obstante, esta misma fatalidad es una “devastación alegre” (“Casida del yo”) cuando uno se encuentra con poemas como los de Bojórquez. Ya entonces, habrá que agradecer al poeta la riqueza en su lenguaje, el erotismo en sus metáforas, la insistencia de sus versos y todo eso que hace posible su escritura.

Monday, September 01, 2008

Diván de Mouraria y Cantalao en Bellas Artes



Ingreso al Sistema Nacional de Creadores de Arte



Medallas de oro para la cultura en Sinaloa
Es la primera vez que tres creadores sinaloenses son distinguidos con la beca del Fonca
Elizabeth Gámez



31-08-2008 CULIACÁN._ La cultura en Sinaloa está de fiesta, porque tres creadores recibieron la más alta distinción que otorga el Conaculta a través del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, admitió Rodolfo Arriaga Robles, director de Programación del Instituto Sinaloense de la Cultura. Los estímulos fueron otorgados a la escultora culiacanense Rosa María Robles, al poeta mochitense Mario Bojórquez y la bailarina Claudia Lavista, codirectora de Delfos Escuela Profesional de Danza Contemporánea, ubicada en Mazatlán. En nombre de Sergio Jacobo, y lamentando la ausencia de Lavista que por el asesinato de la bailarina Margarita Naranjo de Saá en el puerto, no acudió a recibir la distinción del recientemente nombrado Instituto, Arriaga Robles realzó la labor del par de artistas que la noche del jueves entrevistó en el Museo de Arte de Sinaloa. "Dentro de toda esta tragedia estamos con Mario y Rosa María de plácemes, la cultura en Sinaloa, el Instituto Sinaloense de Cultura prácticamente se estrena con el reconocimiento que les ha sido otorgado a estas tres personalidades", destacó. "Es la más alta distinción de los creadores". A la alegría que se vive en el estado por el triunfo de María del Rosario Espinoza en los Juegos Olímpicos de Beijing, se suma, dijo, la distinción otorgada al trío de creadores. "Estamos muy contentos porque estas son medallas de oro en la cultura, tres sinaloenses en una sola convocatoria es algo histórico", enfatizó. Anteriormente, esta beca la recibieron artistas locales como Élmer Mendoza, Juan José Rodríguez, Teresa Margolles y el propio Arriaga Robles. El camino A petición de Arriaga Robles, Bojórquez recordó el trayecto que ha tenido que caminar como escritor, cuándo publicó su primer libro Pájaros sueltos, aunque antes ya había publicado textos en revistas de amigos, periódicos, suplementos, cuando se vino a estudiar a esta ciudad. Su carrera, dijo, ocurrió con mucha fortuna, porque tras el lanzamiento de su primera obra recibió una beca, y se estaba dando una revolución en el ámbito de la cultura del país. "Desde que a mí me tocó participar en el mundo de la literatura, ha sido fácil el tránsito en muchas ocasiones, pero si no hubiera ocurrido de todas manera me dedicaría escribir". Rosa María Robles señaló que empezó queriendo ser pintora, pero en la escuela La Esmeralda los maestros la hacían enojar al decirle que la manera en que trabajaba tendía a la escultura, y el tiempo les dio la razón. Dijo sentirse honrada de haber pasado por la escuela de Artes y Oficios de la UAS y por la Escuela Nacional de Escultura la Esmeralda, aunque ambas las dejó truncas, no en balde, ha logrado que su obra de gran formato trascienda. "Soy completamente autodidacta, jamás he estudiado escultura, y también no recuerdo otro maestro aparte del que tuve en la Esmeralda; aquí hacía escultura como podía o como me interesaba explorar", expresa. "No estaba nadie detrás de mí, no había un maestro, un asesor, sólo había muchas ganas y mucha pasión de sacar lo que traía dentro, realmente pienso que abruptamente llegué a la escultura, y también tuve la osadía de presentar las primeras piezas en la explanada de Difocur, estamos hablando de 1984, donde realizo mis primeras piezas". Su discurso, dijo, fue cambiando conforme al entorno que la rodeaba, al principio su obra era ecológica y cambió hasta llegar a ser "espinosa".


RECONOCIMIENTO.- El Instituto Sinaloense de Cultura entregó un reconocimiento a los creadores sinaloenses distinguidos que el Conaculta beca a través del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

Sunday, August 17, 2008

Solisón de Álvaro Solís


Elogio de Álvaro Solís

Álvaro Solís es un poeta por naturaleza, es decir, ha nacido poeta; y aunque a la pregunta ¿un poeta nace o se hace?, ya don Augusto Monterroso ha respondido que él nunca conoció a alguno que no hubiera nacido, nosotros afirmamos que el poeta Álvaro Solís ha nacido como uno de ellos. ¿Qué quiere decir todo esto? Que Álvaro Solís reúne en humanidad, palabras y actos, lo que los antiguos han llamado el estro poético. Su expresión artística, digo yo, no es un asunto de progresión o avance en el práctica de ciertos ejercicios retóricos, o el menor o mayor conocimiento acerca del arte poética, sino más propiamente se trata de una complexión espiritual, una tesitura del alma que es capaz de alcanzar las notas más elevadas del sentimiento humano. Si el verdadero poeta nace ¿es necesaria, pues, la educación poética? Sí, desde luego, pero no solamente ésta compone el sumum de su grado eminente, en Álvaro sabemos que la arquitectura le ha dado la noción de equilibrio, la perfección técnica que debe alcanzar una edificación concreta y real, tan real como la de un edificio verbal, como lo es el poema; y que más allá la filosofía le ha permitido crecer en profundidad reconociendo, como quería el Estagirita, las causas primeras de las cosas y los últimos efectos de los actos. Me refiero a aquello que muchas ocasiones en la historia de la poesía ha quedado registrado, pienso en Hesíodo labrando la tierra, sobrecogido por una ansiedad desconocida, que después ha sido llamada inspiración; en Cadmo sobreponiéndose a su timidez para cantar en anglosajón su recordado himno, en Christopher Smart explicando la infinita grandeza de Dios en los ojos encendidos de su gato Jeoffry, en José Alfredo Jiménez que sin saberlo reproduce fielmente el sonido del decasílabo heroico del Himno Nacional Mexicano de Francisco González Bocanegra en esa canción popular “Nada me han enseñado los años, siempre caigo en los mismo errores…”. Las musas, como sabemos por la mitología, son hijas de Zeus, cuya arma es el rayo, lo inesperado; su madre es la diosa Mnemósine, la memoria; necesitamos pues, para construir un alma eminentemente poética estos dos elementos: el rayo que como la inspiración es lo inesperado y la memoria que nos ayuda a fijar los acontecimientos tal cual ocurrieron a nuestros ojos. Con estos dones fue construida el alma de nuestro querido poeta tabasqueño, nació ya con ellos y lo único que ha hecho en estos años es refinar estas habilidades en el gusto predominante de la época, con una caja toráxica que remite a su pasado de cantante de ópera, ha producido un verso de largo aliento que hace temblar a delicadas muchachas en flor y bufar a viejos poetas de luengas barbas anquilosadas; los referentes inmediatos son, desde luego, el malogrado poeta Becerra, que alcanzó en su única publicación “Relación de los hechos”, la más perfecta combinación de sonoridades y emoción. No es Solís un poeta de luminosos destellos como Pellicer, ni un asertivo decantador de nimiedades teológicas como Gorostiza, debe entonces a Becerra todas aquellas lecciones que Octavio Paz trató de desterrar posteriormente en “Cómo retrasar la aparición de las hormigas”. “Solisón” al igual que un “pequeño César” recorre la “isla de los hombres solos” en la novela de José León Sánchez, con la noción de que no ha estirado el brazo suficientemente para realizar el gesto que significa decir adiós, recorre su isla, como en aquél la recorría el otoño y en esa palabra nos detendremos para hablar de otro de los grandes misterios de la poesía: La insularidad. Todo poeta se reconoce en su decir, sabe que el decir poético aborda lo que no puede nombrarse, que ahí reside su mérito, que al igual que la catacresis, como nos lo hizo ver don Alfonso Reyes, el ejercicio de la poesía se cumple al nombrar lo que no tiene nombre; será entonces el lenguaje de la poesía una isla que rodeada por el misterio trata de alcanzar el significado de las cosas, no es en vano que nuestro poeta haya elegido como atmósfera central de su primer poema la Isla de San Lucas en Costa Rica, que la sección central de su libro recuerde el verso de Gorostiza que nos hace saber que los hombres somos islas sitiadas en nuestra propia piel y que finalmente, el último verso del libro diga: “Toda ciudad es una isla desierta”. Creo que este es el tema de “Solisón”, la imposibilidad espiritual y física de sentirnos parte del continente de la multitud, reconocernos como una excepción en un océano de excepciones, visitar en los otros los archipiélagos del alma humana. La poesía mexicana en los años recientes ha sido permeada por un falseamiento de la afectividad, se busca de muchas maneras producir una elisión de las emociones, una elipsis afectiva que sustrae el elemento patético como si fuera una demostración de flaqueza estilística; contraria a nuestra tradición reciente, esa poética resume el gusto por la dificultad expresiva y por el uso de repeticiones en el plano de la isotopía del significante. Desde “Yo también soy un fantasma” y ahora con “Solisón”, Álvaro Solís ha sido llamado a renovar el insulso sonsonete en que se ha empantanado el español mexicano actual a través de su poesía aparentemente más moderna, ha venido a la tradición poética mexicana a recordarnos que es al hombre a quien le habla el poeta para compartir con él la maravilla de lo incomunicable.

Mario Bojórquez

Tuesday, August 05, 2008

La dulce algarabía del desastre por Jorge Fernández Granados

El deseo postergado, Mario Bojórquez, Lumen, México, 2007.

LA DULCE ALGARABÍA DEL DESASTRE

JORGE FERNÁNDEZ GRANADOS


No hay obra sin herida. Qué difícil entender esta correspondencia que parece cumplirse con estremecedora puntualidad en el arte. No hay expresión perdurable que no provenga, de una u otra manera, de cierto epicentro de agonía o de dificultad . El proceso creativo, a pesar de los insoslayables avances de la filosofía y de la psicología, sigue siendo, si no un inescudriñable misterio, por lo menos un fenómeno cuya complejidad es reticente a las reducciones de una metodología.
El deseo postergado, del poeta sinaloense Mario Bojórquez, el más reciente Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, es una obra que, en mi opinión, ratifica e ilumina esta condición de dificultad opositiva, esta resistencia que el artista debe vencer para encontrarse a sí mismo y, sobre todo, para hallar su definición mejor en el terreno expresivo –en vocablos de José Lezama Lima. La creatividad aquí en cierta forma es una fuerza curativa, un retorno al equilibrio entre el Eros y el Tánatos, es decir, un reequilibrio entre las potencias de la vida y las de la muerte, sin el cual posiblemente sólo la destrucción o la autodestrucción aguardarían al artista. La expresión como una forma de expiación, podría decirse. Quizá por ello las presencias capitales de este libro son contraposiciones: el amor que se convierte en odio, la ilusión que se convierte en decepción, el esplendor que se convierte en decadencia. En fin, la mirada melancólica llena de principio a fin este conjunto de poemas. El deseo postergado es, por tanto, un sereno lamento, una alta elegía.
En su primer libro (Pájaros sueltos, 1991) el entonces joven, pero ya muy seguro y culto poeta Mario Bojórquez, desde el tenor de su norte nos decía un par de versos tan llenos de presagios como estos: “Era mucho el dolor/para vivirlo a solas.”
Nadie diría qué tan ciertos o certeros eran aquellos versos para comprender hoy este deseo postergado, porque ya entonces los recursos poéticos que mezclaba en su paleta expresiva daban cuenta de un explorador avezado de las formas de la tradición, no menos que de un poeta provisto de un oído privilegiado. De ello han sido prueba elocuente sus libros subsiguientes, en especial Contradanza de pie y de barro.
Años después, uno de los poemas que pertenecen a su libro Diván de Mouraria (1999) anuncia el que será el tema y el título del libro que hoy nos ocupa. En efecto, allí se puede encontrar una “Gacela del deseo postergado”; pero más aún que el título, lo que evidencia el Diván... es la semilla en germinación. Allí queda clara, por lo menos para mí, la trayectoria de la fuerza que ascendía en la voz de este autor. Dice así, en la “Casida del odio”, también de ese libro, con una mezcla de fervor e impotencia: “Todos tenemos/ una partícula de odio/ y cuando el hierro arde en los flancos marcados/ y se siente el olor de la carne quemada/ hay un grito tan hondo, una máscara en fuego/ que incendia las palabras.”
Las pasiones humanas no son detestables defectos del carácter. Por el contrario, son sus rasgos natales. Sin carácter no hay individuo y el individuo es, a fin de cuentas, la acumulación irreversible de sus gestos naturales, de sus inocultables pasiones. Es muy evidente una y otra vez en los poemas de El deseo postergado el papel destinal que han jugado dichas pasiones personales. El poeta no oculta nunca esas pasiones (por el contrario, pareciera querer consumirlas hasta el vaciamiento). Deja arder por lo mismo con soltura esa máscara en fuego que incendia las palabras: “Una palabra puede/ Sin orillas marcar el destino de un hombre/
Envolverlo en su nata para siempre perdido/ Llevarlo a cuestas por sendas innombrables/ Y sacarle a sus huesos el jugo de la vida.”
Las palabras, pues, son pasiones también y por lo tanto son armas de doble filo. Pueden herir lo mismo que curar. Nada más trágico que hallarlas degradadas: “Te decidiste en otro tiempo/ Por decir la verdad/ Dijiste la verdad/ Pero no te curaste/ De escuchar la mentira.”
De ese carácter entonces que no había aprendido a mentir y que por ello no razonaba el poderío del engaño, de esa pureza, digamos, que era demasiado vulnerable a los embustes, surge una decepción creciente que devendrá en armadura para sostenerse ante la hostilidad del mundo: “Nadie te dijo nunca/ No no es posible/ Nadie impidió tu sombra// Por eso en tu amargura/ no comprendes la hostilidad del mundo/ El revés de fortuna que labra tu miseria.”
Un elemento que no debe pasar inadvertido es la estructura argumental de este poderoso libro. Los títulos de las diferentes secciones nos remiten a un juicio, un procedimiento jurídico y hasta burocráctico, kafkiano: Querella, Dictamen, Edicto, Autos, Laudo; en el que hay, además, dos partes en pugna: un Canto y un Contracanto; así como una inicial y enigmática Lápida. Acaso esto confirma la cualidad agónica –de agon: lucha– de esta obra.
Así, desde el Diván de Mouraria hasta El deseo postergado, la sombra creciente es el desamor, la traición y su permanente penumbra, su cicatriz: la desconfianza. Una coraza es por tanto imprescindible para ese entorno de engaño, pero también una saudade, esa irreparable nostalgia que se adueña del alma y parece provenir, como en los poetas portugueses, del fondo del tiempo y de la condición humana.
No celebro el dolor en este poderoso libro, sino la desnudez de ese dolor. No creo en el que llora, sino en el que se prende fuego. Creo en el grito, el que lleva dentro un antiguo, insoportable silencio.
No hay obra sin herida, decíamos. Hemos visto cómo se cumple una vez más esta álgebra legítima entre el dolor y la plenitud. No hay obra sin herida, y vale la pena preguntar si la identidad de semejante poiesis es sólo el resultado de una agonía, o se trata también de una lucha recóndita y personal, el arduo hallazgo de una vocación que entraña no temerle al fuego. Un fuego que devora pero transfigura, un fuego que no pocas veces destruye cuando funda.
En La jornada semanal, domingo 3 de agosto de 2008.

Saturday, July 12, 2008

La nueva poesía mexicana



Un nuevo sitio dedicado a la más nueva poesía mexicana, en él encontrarás completa la antología La luz que va dando nombre, preparada por Alí Calderón, Jorge Mendoza, Álvaro Solís y Antonio Escobar, la cual reúne a más de setenta autores nacidos entre 1965 y 1985. Lo mejor de la nueva poesía mexicana en un solo volumen:

La nueva poesia mexicana

Defenitivamente jueves



Aparece en la ciudad de Puebla, la revista literaria quincenal Definitivamente Jueves que ha tomado el título de un hermoso poema de Waldo Leyva, en este número aparecen poemas de Omar Lara de Chile, de don Lêdo Ivo de Brasil y de otros autores jóvenes como Stephani Granda Lamadrid. Usted puede conocerlo en línea a través de:

Círculo de poesía

Tuesday, July 08, 2008

MUESTRA DE POESÍA MEXICANA (1964-1985)


Apuntes para una muestra


Observar y registrar el pulso de la poesía mexicana haciendo un ejercicio crítico y exponencial de sus múltiples caminos y aproximaciones, ha sido costumbre que al pasar de los años vuelve sobre sus propios términos para probarse que siempre hubo un desbordamiento de entusiasmo o una severidad electiva impropia, ya se peca por generosidad o bien por mezquindad; veremos al propio Octavio Paz lamentarse veinte años después de la publicación de Poesía en movimiento por no haber incluido al poeta Eduardo Lizalde en esa antología; la Asamblea de poetas jóvenes de México de Gabriel Zaid, es desde todos los puntos de vista, un ejercicio de la desmesura; desde la aparición de El manantial latente, sus autores han recibido un constante rechazo por su visión excluyente; Árbol de variada luz es un excelente trabajo que lamentablemente denota cierto regionalismo por la inclusión inapropiada de autores; Eco de voces se propuso un número de autores que excedían nuestra capacidad de registro sensible. Lo más nuevos intentos de reconocimiento del espectro poético nacional nos remiten a los celebrados anuarios de poesía del INBA en los cincuentas, me refiero a las dos antologías del 2005 preparadas por Joaquín Mortiz y el Fondo de Cultura Económica. ¿Podemos aspirar a una muestra convencional sin tintes grupales de autolegitimación? o bien, ¿Asumir desde ya, que existen lecturas diversas del mismo fenómeno que incluyen preferencias estéticas y propuestas concretas de asimilación de una tradición nacional? Hemos visto con claridad dos proposiciones enfrentadas al respecto del ejercicio poético en México, dos grandes campos de experimentación literaria que no se anulan propiamente pero que si se enfrentan; a una le hemos llamado “la prosa de Guadalajara” que recupera con fortuna el aporte de tres autores fundamentales de la narrativa nacional: Agustín Yánez, Juan Rulfo y Juan José Arreola, a partir de esta lección y con vínculos concretos hacia ciertas maneras francesas de expresión posteriores a las vanguardias, como el poema objeto, y que en su vertiente más pura refiere a la tradición oriental de la poesía tan cara a Paz y sus seguidores; y por otra parte una poesía que sin nombre ni domicilio conocido (recientemente un crítico la ha llamado "La Escuela de Retórica"), trata de recuperar el legado de Contemporáneos y su generación inmediatamente posterior, signada por tres o cuatro nombres fundamentales: Alí Chumacero, Rubén Bonifaz Nuño, Jaime Sabines y Eduardo Lizalde. Esta última, tan extendida y sin capitanes visibles, lucha por encontrar caminos de supervivencia entre los oropeles de la legitimación y la asediada descalificación por omisión de actores reconocibles en la arena literaria. Desde esa perspectiva, la poesía nacional sólo podría ser entendida a través de las reflexiones de Eduardo Milán, un crítico que ha fundado una manera de leer nuestra poesía tendiendo puentes hacia las vanguardias latinoamericanas; afortunadamente, la suya ya no es la única voz autorizada, sin dejar de encomiar sus aportes y la herencia extendida entre un número importante de nuevos críticos nacionales, se abren nuevas voces de estricto andamiaje conceptual, pienso ahora en Jorge Fernández Granados, Heriberto Yépez, Alí Calderón, Rogelio Guedea o Jorge Ortega, por mencionar algunos. Se espera que de estos autores nazca una nueva manera de comprender los procesos estéticos de la literatura nacional. Entre tanto se dice pues, que hay dos poesías mexicanas: la que reflexiona y la que siente; la que rasga el cielo con sus interrogaciones y la que a ras del suelo reúne el humus cotidiano de la vida real, nada más falso, toda poesía verdadera reflexiona sobre lo sentido puesto que establece un discurso de la vida, todo poema es una reflexión y recuento “sentimental, sensible y sensitivo” del objeto que trata. Sin embargo, en México, y quizá sea esta una manera del ser nacional, han existido estos dos bandos: Paz-Huerta, Paz-Sabines, Huerta-Bartolomé, Huerta-Hernández el poeta que piensa, el poeta que siente; es necesario dar por terminada esa disputa que no tiene sustento. Lo que sí existe como una perniciosa costumbre en nuestras letras, es la pretensión de que sólo algunos cuantos poetas son los portadores de la modernidad y de la excelencia expresiva, la generación de proyectos editoriales y de difusión alrededor de los cuales crecen corporaciones y grupos de promoción cuya crítica está a cargo de los propios creadores y donde por otros imperativos no precisamente literarios, se van posesionando de los espacios de competencia y heredándose los valores que definen ‘la buena poesía’; ganar un premio literario o una beca se convierte en un terrible sino para cualquier poeta que no comparte los modelos que dicta el grupo relevante. La poesía mexicana en lo general ha sido muy celosa de conservar ciertas formas expresivas tradicionales, con excepción de los setentas y ochentas y en los primeros años de este nuevo siglo, donde de una manera muy acusada se regeneran las formas de expresión, hay en los poemas más atrevidamente novedosos, siempre una raíz melódica y prosódica que remite a la tradición; no hay estrictamente algo “nuevo” entre nosotros; lo más ‘neo’ es barroco ¡qué antigualla! Los poetas nacidos en cuarentas y cincuentas, son ahora señores que se aplican en revisar los siglos de oro y están listos para premiar en concursos y becas, a cualquier joven que escupa endecasílabos; si un chamán de pantalón acampanado de terlenka se los hubiera contado en un viaje de LSD, no lo hubieran creído. Lo que sí ha cambiado y no sólo en México, sino en todo lo mundo, es una percepción del tiempo; la velocidad de la vida es otra, la contemplación del mundo es fragmentaria y total, el flujo de la comercialización y el desarrollo de procesos industriales, las migraciones y la creación de un sueño incomprensible basado en el éxito representado en dinero de plástico y en placeres virtuales, sí ha modificado el principio de enunciación poética, son otros los deseos de manifestación del pensamiento. Esta nueva velocidad es la que reconoceremos en las formas expresivas de la poesía mexicana actual, el problema creativo fundamental será cómo ejercer en un arte restringido por nuestra tradición los nuevos modelos de pensamiento humano.


Mario Bojórquez
Revista Blanco Móvil #101, primavera 2006

Para consultar esta Muestra de poesía mexicana actual acuda a la dirección electrónica:

http://www.facebook.com/group.php?gid=66106115006&ref=share

Los autores incluidos son:

Revista Blanco Móvil #101, primavera 2006
MUESTRA DE POESÍA MEXICANA I (1964-1985)
SELECCIÓN: Mario Bojórquez y Jair Cortés

Índice de poetas para Blanco Móvil #101:

1.- Roxana Elvridge-Thomas México, DF. 1964
2.- Cosme Álvarez, Ahome, Sinaloa, 1964
3.-Jorge Fernández Granados , México DF: 1965
4.-José Homero Minatitlán, 1965
5.-Jeremías Marquines, Villahermosa, Tab. 1968
6.-Armando Alanís Pulido Monterrey , NL. 1969
7.-Julio Trujillo, México, DF. 1969
8.-Ofelia Pérez Sepúlveda, Guadalupe, N.L. 1970
9.-Claudia Posadas, México, DF. 1970
10.- Sergio Briceño, Colima, Col. 1970
11.- Julián Herbert, Acapulco, Guerrero, 1971.
12.-María Rivera, México, DF. 1971
13.- Luigi Amara, México, DF: 1971
14.- Citlalli Guerrero, Acapulco Guerrero: 1971
15.-Luis Vicente de Aguinaga, Guadalajara, Jal. 1971
16.- Estrella del valle, Córdoba, Ver. 1971
17.-Jorge Ortega, Méxicali, BC, 1972
18.-Daniel Téllez, México DF. 1972
19.-Kenia Cano, Cuernavaca, Mor. 1972
20.-Ricardo Venegas, San Luis Potosí, SLP, 1973
21.-Rogelio Guedea, Colima, Col. 1974
22.-Luis Felipe Fabre, México, DF. 1974
23.-Álvaro Solís, Villahermosa, Tab. 1974
24.- Román Luján, Monclova, Coah. 1974
25.-J. A. Sánchez, México DF. 1974
26.- Diana Zamora, Tampico, Tamps. 1975
27.- Édgar Valencia, Torreón, Coah. 1975
28.-Pablo Molinet, Salamanca, Gto, 1976
29.-Camila Krauss, Xalapa, Ver. 1976
30.- Eduardo Saravia. México, DF. 1977
31.- Luis Jorge Boone. Monclova, Coahuila. 1977
32.- Claudia Berrueto, Saltillo, Coah. 1978
33.-Sara Uribe, Querétaro, Qro.1978
34.- Francisco Alcaraz, Culiacán, Sin. 1979
35.-Jessica Díaz, México, DF. 1979
36.- Mijail Lamas , Culiacán, 1979
37.-Iván Cruz, México, DF. 1980
38.-Alí Calderón, México, DF: 1982
39.-Inti García Santamaría, México, DF. 1983
40.- Christian Peña, México, DF. 1985

Sunday, July 06, 2008

Un orbe más ancho



Urbi et orbi (cuarenta poetas del español mexicano actual)
Por Mario Bojórquez

Leer Un orbe más ancho de Ediciones Punto de Partida, nos refresca los ojos, ¡cuántos y tan variados caminos tiene nuestra poesía! Cuando pensábamos que todo en México se resumiría en una prosa cantabile, donde el sujeto no se correspondía con la acción, o si elevada en su gorjeo lírico, apenas si resultaría apunte, barrunto, nota por explicación, y cuando no, ejercicio lingüístico, sema, metasema y metataxa; el río de la voz poética ha trazado nuevos caminos sonoros, sentimentales, expresivos en todo el orbe de nuestra lengua nacional.

Y hemos venido a enterarnos de esta fiesta gracias a los ojos de una lectora de poesía, Carmina Estrada, que desde su trabajo como editora de la revista joven de literatura de la UNAM, Punto de partida, se ha dado el tiempo y la voluntad de abrir sus posibilidades de elección entre diversos modos de ensayar el ejercicio de la escritura. ¿Dónde quedan las discusiones de Mendiola y Milán acerca del ser poético nacional? ¿Dónde el augurio casándrico de mi querido Yépez, anunciando la catástrofe del género?¿Dónde lo adánico y lo inefable? Carmina Estrada nos ha dado la lección más puntual de lo que debe ser la comprensión de un ORBE, la humildad del filósofo griego Anaximandro que encuentra el apeirón en todo lo que existe.

Un orbe más ancho reúne las voces de diversos autores que están construyendo su obra desde las más amplias perspectivas, unos recurren a su tradición más inmediata, otros exploran caminos innominados, pero todos los poetas que aparecen en esta muestra están seguros que su proposición ha sido elaborada con los elementos propios de su época; queda aquí registrada por la generosidad de nuestra lectora, la subjetividad con que no hemos querido leer la poesía joven de México, siempre más preocupados por imperativos de grupo, por mezquinas especulaciones pseudo-críticas, por lazos afectivos donde la literatura es lo que menos importa.

La publicación de este volumen se hace imprescindible, en este momento en que corre en las calles la amenaza de que será reimpresa la muestra El Manantial Latente, con su infamante lista de 300 poetas de “clichés e inconsistencias”, y que hasta ahora ha sido la más mezquina manera de denostar el trabajo poético de las nuevas generaciones de autores mexicanos, que triste, elaborada por autores de la misma edad.

En Un orbe más ancho he podido leer a autores que ya admiraba previamente por su trabajo y que su inclusión aquí me confirman el poder de su escritura, como Jair Cortés, Álvaro Solís y Alí Calderón, otros con quienes he compartido algunos días al amparo de la Fundación para las letras mexicanas y aún más, poetas a quienes respeto por pequeñas muestras publicadas en diversas revistas o que he leído de forma fragmentaria como Víctor Cabrera o Inti García; además de todos ellos he podido ahora reconocer a algunos que me alientan a pensar que todavía hay mucho por leer y descubrir, pienso en Maricela Guerrero, Carlos Ramírez Vuelvas o en mi paisano Elman Trevizo.

Saludamos la publicación de Un orbe más ancho de Carmina Estrada por ser un trabajo edificado en el gusto, sustentado en la maravilla impar de la lectura.

Marzo, 2006, Palacio de Minería

Tuesday, July 01, 2008

La poesía mexicana en facebook

Visita este nuevo espacio en facebook que estoy construyendo con mi amigo Jair Cortés:


La poesía mexicana

Monday, June 30, 2008

Reloaded

En el tiempo en que todos éramos amigos


Reloaded

Pensar es limitar. Inteligir es excluir.
Hace mucho que es bueno pensar,
porque hace mucho que es bueno limitar y excluir.

Fernando Pessoa, Aforismos Sensacionistas

La inteligencia decimos, es el principio de la infelicidad. Da la vista en el blanco de la cosa y deja por completo de tener importancia. Estamos los poetas reunidos para hablar de conceptos excluyentes y limitados: Poesía, Mexicana, Actual. Entendemos por poesía, el ejercicio escritural que, demarcado por ciertos caracteres rítmicos produce un estado de elevada concentración anímica. Lo mexicano refiere todo aquello que ocurre en esta cierta porción de mundo y lo actual es, lo que los aquí reunidos con otros sus semejantes, produce. De esto hablaremos.

El pensamiento avanza por oposiciones, es decir, contrasta los conceptos para definir los contornos de su idea; así la primera consideración será identificar todo lo que no es poesía: ni diremos como es moda, que los géneros se han agotado, o que lo poético reside en toda actividad humana, estas dos proposiciones han sido resueltas desde hace mucho por mentes demasiado lúcidas como para hacer aquí dilatada relación de lo muy sabido. Poesía es entonces, una cierta escritura que provoca en el que escribe y en el lector, la noción de un sentimiento posible, la sensación de vivir por un momento la existencia de otro.

La nación mexicana tuvo una poesía ritual en cada una de sus regiones, desde los cantos cucapaes en el alto desierto de la California, hasta las emboscadas estelas de Palenque; apenas en el siglo pasado Ángel María Garibay y Miguel León Portilla, pusieron un poco de orden en ese pasado nuestro y creo que aun no logramos aprender algunas de sus lecciones básicas. Llamamos poesía mexicana a todo aquello que resulta publicado a partir del movimiento de Independencia, es decir, dos siglos completos, el XIX y el XX, José Pascual Buxo y José Joaquín Blanco analizaron el legado de la colonia, donde la sintaxis y los temas eran aun eminentemente latinos y donde sobresale la figura de Sor Juana y sus primeros asuntos mexicanos, me refiero a los sonetos fonéticos en Ca y en Che. Para José Emilio Pacheco, la poesía mexicana inicia con Fernández de Lizardi y más propiamente en la Academia de Letrán, con la confrontación entre dos grupos, los neoclásicos y los románticos.

Es asunto de notar, que nuestra poesía tenga apenas cuatro o cinco movimientos importantes en toda su historia, el llamado neoclasicismo, la época romántica, el modernismo, las vanguardias, la tradición de la ruptura, como la llamó Paz y esto que ahora vivimos y que no acaba por nacer verdaderamente, ni siquiera por definirse. Es tan cercana la convivencia generacional entre los poetas incluidos en la Asamblea de Zaid y nosotros que no hemos podido delimitar con claridad los rumbos y características de nuestra época.

Escribir hoy en día se ha vuelto asunto del Mercado, las tecnologías invaden nuestro entorno y nos modifican, establecen los gustos y prefijan las formas del discurso, nuestras preocupaciones primordiales consisten todavía en ser modernos o contemporáneos y no en ser originales, es preferible sumarse a la escuela de la prosa de Guadalajara o continuar el ejercicio del espectáculo lumpen del lenguaje a lo Ricardo Castillo. Creo que el problema de la poesía mexicana actual reside en el pensamiento, ya Mairena nos previno con respecto a la libre expresión de las ideas, decía el maestro de retórica y sofística, ¿para qué queremos la libre expresión de un pensamiento esclavo?

Los neoclásicos vivieron pensando que el tiempo pasado fue mejor, los románticos que la felicidad estaba fuera de este mundo, los modernistas que el placer se podía conseguir en un mismo tiempo y espacio, las vanguardias apostaron al futuro, la tradición de la ruptura participó de todos los espacios en un mismo tiempo y nosotros vivimos el tiempo y el espacio simultaneo frente a la pantalla de la computadora, mientras mantienes una conversación escrita, redactas una ponencia para el encuentro de poetas jóvenes, cargas un archivo, respondes el teléfono y tomas dos equis ámbar; creo, con el debido respeto, que no pensamos igual que nuestros más queridos poetas del siglo pasado, sin embargo estamos empeñados en hablar como ellos, decir las cosas que ellos ya tan bien dijeron, incluso a pronunciar con el mismo ritmo.

En mi experiencia, después de haber transitado con impertinente acuciosidad en las formas tradicionales de la poesía en lengua española hasta sus fuentes galaico-portuguesas, pasando por todas las formas estróficas y los versos eminentemente españoles, así como el verso libre, el versículo paralelístico y la prosa rítmica, sin dejar de confrontar toda esta tradición con otras literaturas y otras lenguas, declaro que no es objeto de la forma el que interesa a nuestro tiempo, existen formas más relevantes y cómodas para la expresión que lo poético como lo entendemos aquí, el video, la multimedia o el performance, son opciones no desdeñables del ejercicio artístico, sin embargo considero que la poesía es hasta ahora el mejor modelo, el más concentrado, el más perfecto para la expresión cabal del pensamiento alto y de los sentimientos más profundos.

Mi poesía actual camina por senderos que incluyen la perplejidad del pensamiento simultaneo, la velocidad del video digital, la desdoblada e infinita conectividad del hipervínculo, no sé, aun no lo sé, si es el camino correcto; me he propuesto intentarlo, mi invitación es busquemos relacionar este modo nuevo de sentir y de pensar con lo que escribimos. Nuestro compromiso no es con una posible forma de expresión, sino con un pensamiento que limite y excluya todo aquello que no es propio de lo que somos, ese pensamiento original encontrará sin duda su mejor manera de expresarse.



Ponencia presentada en el Encuentro de jóvenes poetas Ramón López Velarde, en la Casa del Poeta Ramón López Velarde, México DF, septiembre de 2003.

Thursday, June 19, 2008

El soltero es el tigre que escribe ochos en el piso de la soledad

Conferencia Magistral
El soltero es el tigre que escribe ochos en el piso de la soledad
Jornadas Lopezvelardeanas 2008


Entrevista con José Cedeño para Hispanópolis



Agradable conversación con el poeta José Cedeño que ha quedado registrada en http://hispanopolis.com/bin/segmentos.cgi?pid=78&sid=2409 sobre algunos de mis libros y sobre la poesía en general, allí se habla sobre los usos retóricos de José Alfredo Jiménez; ya han aparecido algunos segmentos de esa conversación y seguirán saliendo otros más.

Tuesday, June 17, 2008

Un paseo por la crítica

Un paseo por la Crítica

Para Mario Bojórquez cada poema es un pájaro en libertad. El título de este libro alude a ello: Pájaros sueltos es una recopilación de poemas –aves que se posan, como dice el autor, en el “árbol sin tierra del lenguaje”—para ser atrapados, por un instante, por la mirada del lector. Atraído por la vanguardia en lengua española y sus continuadores, Bojórquez apuesta en esta primera colección de poemas por una poesía que es juego, ironía, experimentalismo. Consciente de que la poesía es lenguaje, este poeta joven promete, en sus mayores logros, una obra futura.

Manuel Ulacia, sobre Pájaros Sueltos.

El verso libre de Bojórquez es de los mejores que hay entre los jóvenes poetas actuales: cuidadoso con las cadencias y con la relación entre idea, imagen y sonido, el poeta logra que sus poemas se manifiesten, se abran paulatina y verticalmente.

Sandro Cohen, sobre Pájaros Sueltos.


Para construir su epopeya Mario Bojórquez hace uso de los recursos adecuados. Un metro largo y complejo, alejandrinos compuestos de dos hemistiquios heptasílabos muy independientes, de ritmo solemne pero no lento, propio para la aventura romántica y para los hechos de los héroes. Sin ataduras de rimas y estrofas fijas, logra un verso flexible y plástico de alta calidad sonora y de reposada maestría, que además es agradable a la vista pues organiza en dos columnas que se antoja leer incluso como textos independientes, si no fuera atreverse demasiado. La factura es impecable, con un léxico moderno y amplio, amorosamente seleccionado y combinado por la armonía vocálica, lo cual evidencia un uso consciente y arduo de la lengua.

Gabriel Rovira, sobre Bitácora de Viaje de Fortum Ximénez.


Dentro del área del metro hay un despliegue armónico de endecasílabos, aquí el juego rítmico entre metros enfáticos, heroicos y melódicos, abarca a los denominados yámbicos y a los B2 a la francesa; en su conjunto, estas cinco variantes, colocadas entre sí a la distancia justa, dan por resultado un decir poético tan terso como lúdico. La lectura va sin tropiezo línea a línea, recorriendo la buena colocación de las palabras, y es así que el entretejido de las ideas forma dentro de la estructura un todo que se relaciona en gran equilibrio con sus partes.

Lourdes Sánchez Duarte, sobre La Mujer Disuelta.


Mario Bojórquez es de los pocos poetas jóvenes que no pone como pretexto el verso libre para dejar la lengua absuelta. El poeta sabe de rimas y de ritmos, se ciñe a esa exigencia y desde ahí dice lo que necesita sin más pero sin menos. En Contradanza de pie y de barro se conserva un ritmo que rompe el alejandrino elegido, el poeta lo forza con el pie de la danza anunciada y no de pie forzado; con ello da en cada verso, un paso y luego otro, para que se vaya dibujando en la página que leemos el poema y su cadencia. Al situar en dos planos la línea, con dos tiempos que no se tropiezan ni se encabalgan, el verbo danza: un izquierdo, un derecho; pausa, media vuelta, giro, salto.

Armando Oviedo, sobre Contradanza de pie y de barro.

Después de leer Contradanza de pie y de barro uno no deja de preguntarse ¿qué fue primero, el fondo o la forma? Aunque algunos críticos como Alí Chumacero, que mucho sabe de esto, opinan que fondo es forma. Por ahora me dejaré seducir por esta observancia crítica más allá de toda verdad suprema –si la hay-. La inmersión formal de Mario Bojórquez en este libro es total, ambiciosa, me atrevería a decir que también premeditada, aunque no debemos cerrar la puerta a los lectores que de pronto sientan que el poeta ha sido arrastrado por los primeros compases de una sinfonía. O mejor, que una vez habitado por los alejandrinos iniciales, aquellos a los que Rubén Darío dio vida, no pudo sustraerse a su corriente. Son varios los riesgos asumidos para escribir un libro de estas características. Es muy extraño que sea un joven como Mario (28 años) quien recurra a este viejo y olvidado tranco del alejandrino para expresar su verbo a lo largo de ochenta largas y sostenidas páginas.

Dionisio Morales, sobre Contradanza de pie y de barro.


Poesía sin época, así son las Gacelas de Bojórquez, donde la palabra es la vestal del amor, que registra puntualmente los recovecos y sinuosidades de la experiencia amorosa no cumplida. En las Casidas, la manifestación del alma humana recibe su máxima acepción. Ambas, Casidas y Gacelas constituyen un todo creativo, sostenido en la eficaz alianza entre el rigor y la precisión de lo apolíneo y la desbordante sensualidad de lo dionisiaco. Diván de Mouraria es una apuesta inteligente, un libro que nos hace vibrar con su verso vigoroso, revelador y siempre actual, que además tiene el poder de seducirnos con el verbo transparente que enmarca el todo en su geografía espiritual.

Edma Gómez, sobre Diván de Mouraria.


Tal vez el Diván de Mouraria sea, junto con Nostalgia de la Muerte de Xavier Villaurrutia, el libro que mejor ha explotado el arsenal retórico en nuestra tradición literaria. Los poemas del Diván… alcanzan la poesía gracias no sólo a la emoción contenida en cada verso, sino al eficaz uso de los tropos, aliteraciones y demás figuras que funcionan en los distintos niveles del lenguaje. Hecha para la memoria, la anáfora de la “Casida del odio” es un gran ejemplo de cómo la reiteración de una frase conduce, en las manos correctas, a la literalidad: “Todos tenemos una partícula de odio”.

Jorge Mendoza Romero, sobre Diván de Mouraria.


Poesía de la imagen que canta, la de Mario Bojórquez nos reconcilia con el lenguaje poético sumido, en la poesía más joven, en la búsqueda desaforada de un palabra que no encuentra asidero por que ha olvidado lo fundamental: el poema es un organismo verbal que suscita el encuentro entre el hombre y su condición primaria: esa extrañeza original que permite al poeta revelarse y revelarnos.

Malva Flores, sobre Pretzels.


Mario Bojórquez es un poeta de los que Dámaso Alonso llamaba reflexivos porque saben qué quieren hacer en el poema y con qué recursos. Partiendo del heptasílabo –ritmo natural de su voz poética– construye la intensidad y crea el ambiente preciso para conmover mediante la entonación. Esto sucede, por ejemplo, cuando en el primer poema dos dodecasílabos presentan cinco y seis acentos respectivamente, creando versos yámbicos que propician un ritmo intenso, un tono ascendente. Luego un verso con dos hemistiquios heptasílabos en donde el primero es trocaico, es decir, con acentos cada dos sílabas, y que mantiene la intensidad de los dos dodecasílabos. El segundo heptasílabo presenta una mayor distancia entre acentos para, de ese modo, volver el ritmo más lento y solemne, en tono decreciente. Así, mediante la fuerza de entonación, producto de la intencionalidad de los acentos, el autor modela, crea una curva melódica sumamente atractiva: Cada que digo agua, el agua vuelve viento/ el viento fuego, el fuego mi nombre exacto/ pero mucho más pleno/ y más desconocido.

Alí Calderón, sobre Pretzels.

Estas palabras vienen para festejar a la poesía, pues en El deseo postergado de Mario Bojórquez, he encontrado una enorme posibilidad para disfrutar la emoción y el cuidado por la palabra. Este poemario, merecedor del Premio de Poesía Aguascalientes 2007, explora los rincones del alma humana, sus deseos y postraciones. En muchos sentidos es una apología a los hombres que buscan alcanzar los grandes sueños: el de la verdad y la comprensión de lo sagrado, aunque para ello la vida se vuelva apenas tolerable.

Rubén Márquez, sobre
El deseo postergado

Sensible, audaz, sincero, Mario Bojórquez ofrece en su poemario El deseo postergado una mezcla de sentimientos que llevan al lector a la identificación y a la angustia ante un mundo que parece inevitablemente condenado, en donde no hay opción de redención ni en el pasado ni en el futuro. El poeta Bojórquez se vale de un lenguaje preciso y concreto para expresar los sentimientos encontrados en los que la voz lírica se ve envuelta y de los que no encuentra manera de resolver o concretar. La línea poética está dirigida básicamente a la denuncia de un mundo en condenación y de la condición de un hombre (tal vez todos los hombres) que están en una búsqueda constante pero que no pueden llegar a alcanzar nada. La voz lírica se encuentra hablando a un hombre, que es él mismo, a través de la segunda persona, un método perfecto para ejemplificar el sentimiento de soledad que el poemario entero presenta. La voz, cansada, sabia pero triste se encuentra ubicada desde un futuro, en un tiempo donde es posible detenerse y voltear a ver al hombre, al poeta, que sufre. Esta voz es la que recuerda al poeta (y al hombre en sí) su condición de criatura insignificante que no puede hacer nada para remediar su condición de inferioridad.

Adriana Iraís Dorantes, sobre El deseo postergado


El Deseo Postergado es el canto de un poeta que no supo vivir como deseaba. Comienza con una inscripción lapidaria escrita con infortunio y angustia; y termina aceptando su inevitable condición. Las últimas palabras pronunciadas antes de morir son las más importantes, pues es en ese momento cuando la vida tiene más importancia. En ese instante ya nada es tan importante, pasaremos nuevamente a ser parte de la tierra y nutriremos con nuestras cenizas los futuros cadáveres. Nuestro nombre se perderá, y formaremos parte de un pasado irrecordable.

Miguel Ángel Martínez, sobre El deseo postergado

Mario Bojórquez se había distinguido de entre los poetas de su generación por dos motivos que, constantes, vuelven a aparecer en este libro: el rigor y una poética que intenta hacer de las cosas, del mundo, un algo trascendente.(…) Éste es un libro que está llamado, como antes otros ganadores del mismo premio, a proponer un nuevo rumbo en los modos de la lírica contemporánea mexicana.

José Luis Justes Amador, sobre El deseo postergado

En el lenguaje de Bojórquez se nota la asimilación de la tradición española y, aunque su mirada es más bien la del pensamiento barroco, el tema es ciertamente novedoso en la poesía mexicana: el mito de Tántalo transfigurado en un moderno Prometeo con el dolor de quien desea devorar al animal que lo tortura.

Francisco Alcaraz, sobre El deseo postergado



"Mario Bojórquez." Wikipedia, La enciclopedia libre. 18 jun 2008, 16:18 UTC. 18 jun 2008, 16:21 <http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Mario_Boj%C3%B3rquez&oldid=18227271>.

Wednesday, June 04, 2008

En Círculo de Poesía algunos videos

En Círculo de Poesía Casida de la Angustia

El Círculo de Poesía Casida del Odio

En Círculo de Poesía El deseo postergado

Monday, May 12, 2008

Intercambio epistolar con Regis Bonvicino



Intercambio epistolar con Regis Bonvicino, director de la revista Sibila de Brasil


No número 125 de Crítica (revista mexicana de literatura), publicou-se um par de resenhas adversas a "La luz que va dando nombre", uma antologia de poesia, editada por Ali Calderón, que solicitou junto ao Reitor da Universidade, dois meses depois, a "exoneração" de Armando Pinto e J.E. Sarabia de sua direção. Calderón costuma fazer campanhas contra seus "inimigos" (aqueles que dele discordam intelectualmente) e os editores da revista Crítica não escaraparam de sua ira. A revista Crítica é independente, como Sibila, e "poligâmica", avessa a grupos, e, por isso, Sibila apóia J.E. Sarabia e Armando Pinto contra Ali, El Calderón químico.
Régis Bonvicino, diretor de Sibila

Senhor Regis Bonvicino
Leio apenhorado as suas considerações sobre o assunto da revista Crítica da Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, trata-se, não como voce diz, duma revista suportada pela Universidade e é um orgão de difusão da cultura dos universitarios, não uma revista independente. Portanto é preciso que ofereça um espaço para a publicação dos materiais literarios e criticos de issa comunidade universitaria. Acrescento que voce fala dum assunto que desconheçe e lamento as suas palavras ditas sobre o poeta Alí Calderón, é um jovem muito lucido e grande poeta aos 26 anos de idade.Parece, que voce "costuma fazer campanhas contra os "inimigos" (aqueles que deles discordam intelectualmente) dos seus amigos". Espero a sua resposta,
Mario Bojórquez
Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2007

Leio entristecido seu e-mail, sem argumentos e com ataques tolos a mim, caro, Mario, macartista! Todos os mais lúcidos poetas mexicanos retratam Ali, Químico como um politiqueiro da literatura -- sem valor algum. Sequer soube suportar uma crítica negativa à sua antologia. Que autor é esse? Abs. Régis


Senhor Regis Bonvicino

Leia com atenção, é uma revista duma institução, duma universidade, deve portanto dar a sua comunidade a satisfação de representa-la. De-ve em todos os casos ser julgada por seus universitarios, não por voce o eu.A publicação da injuriante carta de Julian Herbert é sim, uma persecução, e voce apoia no seu pais issa persecução, isso é macartismo. Eu não sou um fascista como o seu amigo Herbert o diz, si voce apoia ista proposição, voce é fascista e macartista. A tolice é um atributo dos que náo querem escutar.

Mario Bojórquez

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V Festival Internacional Poesía Granada 2009