HETEROMANCIA ESTIVAL
Aves quasdam rerum
augurandarum causa
natas esse putamos
Cicero, De Naturata Deorum, II, 64
a W.C.W.
En el vuelo de un pájaro se eterniza la tarde.
Los frutos reconocen su sabor en sí mismos.
Como huertos vivimos largamente el sol.
OISSEAUX
Siete pájaros persiguen el verano.
Tres pájaros piensan que el verano está en el Sur.
Dos de ellos creen que el Sur es una región de los Cielos.
El tercer pájaro les sigue.
Otros tres esperan en una montaña al Séptimo Sol.
Alguien cuenta que el Séptimo Sol es un pájaro del Sur.
El Séptimo Sol en su vuelo va sembrando veranos.
También el último pájaro conoce la historia.
CARTA DESNUDA
I
Hoy, cansado de los pájaros, me recubro de espejos
me voy haciendo menos frente al mar, que tampoco ha dormido esta noche
jardín donde los peces van tejiéndose amores
veleros que de noche encallan en silenciosos versos.
Esta noche la veo
vestida de metal en inviernos serenos
caminando entre sombras más antiguas que el fuego
derribando este paso del imposible encuentro
desde el azul al rojo va la diosa del sueño
pero quizá las cosas desconocen su cuerpo
vivo derroche de las formas en tiempos
camina desde mí, esta noche
usted no sabe a donde va, yo tampoco la espero
usted, es hoy un tren que transita en las vías de mi insomnio
ese tren que me lleva al Auschwitz
como un hijo de Abraham.
II
En mi frente se dibuja una pena
una pena pequeña como un grano de arroz
esta pena no es usted
es el infeliz desierto de lo que nos callamos
sigue a la vuelta como un mañana feroz, un dormir, un despertar
para volver a la vuelta de los días
a la vuelta de la esquina
entonces el Tigre
el viejo y repetido Tigre
rasgando el velo de lo que callamos tanto
el Reloj en el punto de marcar otras horas
comiéndose la noche sin prisa
va el Reloj o el Tigre
mancha devoradora
hasta el último viento que mis ojos no ven
pero entonces el Tigre
querida, el Tigre que la mira caminar en las sombras
es el Tigre de mi lujuria
que rompe los cristales de su cuerpo sediento.
III
Hoy, cansado de los pájaros
me he cortado las alas
y mi voz ya no vuela.
Hoy, el Tigre la devoró.
Viejo Tigre rayado y malcontento
te bebiste la sangre de un cuerpo que no es mío
que se va con el humo
que se parece acaso al rugir de ese mar que tampoco ha dormido.
Usted es real.
Lo demás corre por mi cuenta.
P.D. ¿Tiembla mi carta en sus manos?
LA INNOMBRABLE
Era la noche
y un pedazo de luna íntima.
Nunca nos conocimos
y hacíamos el amor
como desde lejos.
Besabas mi cara
desde la otra acera.
Eras tú y lo tuyo
nunca yo
y fue lo mejor.
Era mucho el dolor
para vivirlo a solas.
LA INNOMBRABLE OTRA VEZ
Podría decirte
que nunca has coronado un verso
que te me fuiste dando
como se da la luna:
cuarto creciente de muslo
cuarto menguante de seno
pero sería la otra, la diversa,
la incierta.
Acaso te di un poema
una sonrisa.
Nunca supe tus nombres.
LA INNOMBRABLE CABALGA DE NUEVO
La calle incubando mi adiós en una esquina.
La noche calla y el látigo se escucha.
No sé tu nombre pero tu risa me desvela.
ENTRE LINEAS
Te escribo hace tiempo,
cuando aún no conocía
tus más primitivos pensamientos.
Te iba formando con mis letras,
es curioso,
comencé por las manos,
quizá el ansia de caricias
me dio el motivo;
acaso después te di unos ojos
para que miraras los míos,
mientras tus manos
tocaban tímidas mi sexo;
apenas tuviste boca
reclamaste los besos,
susurrando en mi oído
la urgencia de unos senos
unos muslos, un trasero
te los fui dando
entre verso y verso,
tú estabas feliz
de ser un casi-cuerpo.
Inventé tu piel en cada noche,
tu cuello.
Cuando las líneas del poema
lograron hacerte por entero
tuviste que partir,
no lo entendí al principio,
ahora ya lo entiendo:
Dos calles adelante
encontraste el amor
y no querías perderlo.
NOCTURNO
Navego en una noche más oscura que la noche.
No siento tras de mí la angustia del eterno
rugir de una montaña quieta en medio de la luz.
Sólo el espacio roto a pedazos sobre mi espalda
rasga lentamente esta piel tostada y verde.
Veo los contornos inauditos del rostro de Narciso
líquido y deformado en la corteza del agua.
Primavera apagada por el fulgor del tiempo
implacable asesino de las hermosas formas.
Lo oculto es más oculto en tanto lo buscamos
si se da en el silencio hay que gritarlo.
Danza de lo inconstante, austera quietud de lo imposible
baila en círculo la esfera de tus gestos.
Rústica luna de la primer penumbra.
Nardo de voz
que abre en dos mitades
mi corazón tonante.
Ara de vago culto, rudeza florida de religioso odio.
Seno azotado por mil doscientos látigos, caricias.
Vedado el color a los ojos sinceros.
Ser signo, palabra, lúcido temor, no haber vivido.
CANCIÓN
En la calle la lluvia no se atreve a empaparte
como un rugido amargo de burbujas que bailan.
Una sonrisa azul más líquida que el agua
una gota de piel resbalando en tu espalda.
Hormigas bebiéndose la noche más negra
en la oscuridad de un lunar de tu cara.
Ese rumor de olas que en tus ojos
invita a bañarse desnudo en tu mirada.
DUELO DE AMOR EN SONETO INVERTIDO
De alegre me duele tu sonrisa
y de sencilla tu voz y de sencilla
la mar en que te bañas y la brisa.
Me duele hasta tu cuerpo y tu ceniza,
los pliegues sudorosos, tu rodilla,
la piel que por mis dedos se desliza.
En tu cielo la luna se precisa
con el rigor del verso, blanca brilla.
Alimento con fuego la semilla
del duelo por tu amor, que es mi divisa.
De alegre me duele tu sonrisa
y de sencilla tu voz, y de sencilla
esta larga y amorosa pesadilla;
que es beberse el dolor, y tan de prisa.
ARENGA DE AMOR EN TERCETOS
Dejas mi casa como un ala desnuda
cierras la puerta con todos los silencios
le imprimes mil candados de deseo.
Dejas mi casa eternizada, quieta
largos aromas de mujer la habitan
venenos espumosos del ansia sometida.
Dejas mi casa cual una pira ardiente
las letras de tu nombre llenan mi ociosa cama
esta noche es de otros, alarga el día.
Dejas mi casa sola y no te encuentro
las paredes se callan tu adiós
no te vivo en ti misma no me vivo.
ENCUENTRO A DESHORA
No respiro tu boca
ni tu voz
ni tu lengua
ni tus ganas de callar.
Llegas
silencio y noche
como todas las cosas que pasan de largo
y no bebo tu nombre
tan líquido y azul
y tan soluble al tiempo
que se me va escurriendo
en el instante.
Eres
pero no tanto
no tan como quisiera
una línea
un esbozo de línea
paralela a mis gustos.
Porque he callado todo
como un acto de fe
no me sobran palabras
para decir tu nombre
y el cuerpo de tu nombre
y el número de tu cuerpo.
DESCONOCIDA
De blanco coloreando por la acera desnuda
una muchacha va recogiendo sus pasos
nada en ella supone una posible cita
las bancas de los parques ya no tienen secretos.
Dobla ahora la esquina, tropieza, tiene frío
el dedo gordo flaco del pie sangra en la punta
ella sabe muy bien que la observo y me mira
el gorrión de mis ojos ha tocado sus labios.
FLORES NEGRAS
Sin la luna el oro de la noche es negro.
La ventana se abre bajo mis ojos muertos. Llueve.
Tres estrellas cuelgan del cielo. No puedo mirarlas.
La alumna, desconoce mis manos.
Ella duerme.
Su cama duerme también. La alumna,
es ahora la sangre de mi corazón. Ella me pierde.
SOLSTICIO DE INVIERNO
Escribo una carta para ti
y no dejo de pensar en no mandarla
(al final tu nombre es un acceso más a la locura).
El buzón, el cartero, la mano
nerviosa, rasgando un sobre más
viajero que yo.
Una paloma abierta
sobre una mesa de café,
tan lejana, tan en otro país.
Tú dirás –excuseme sir, I wanna drink
more coffe, express please,
to M.
-I call your name but you don’t call me,
is stupid way-, diré yo o tú, o los dos,
y las tazas se derramarán
“y la inane búsqueda”
LA SEREIDAD----SERGIO COTA
SÚPLICA PERVERSA
Perdona la belleza de esta línea.
LA BOCA DE LA NOCHE
Beso de metro lleno
de crucigrama en línea horizontal
de péndulo quieto
de ojo de cerradura que mira de lado
Beso de libro inédito, póstumo y quemado
de guitarra muda
de vivo rencor al nacimiento
de puerta en la cara
Beso de clip
de boleto de avión a cualquier parte
de sabor a periódico viejo
Beso de ventana abierta a otro mundo
Beso de agujero de revólver antiguo y descargado
Beso de luna en un verso
de caracol y abanico agitado
de estatua griega sin brazos
de cama con amantes encima
de fuelle de acordeón
Beso de boca que dice que no
Beso de Callejón del Beso
Beso de espalda contra espalda
de miedo
de navaja cortando una vena
Beso de espada, hueso, tierra, sangre y esperma mezclados
Beso de clavo golpeado por un martillo
de soga en el cuello
de fantasma de carta
de perro con la lengua de fuera
de poema cursi
Beso de gitana que lee la mano
de espejo roto
de guillotina cansada
de verdad sospechosa que anula las viejas verdades
y propone otras
Este beso, el último de tu boca
con su dimensión de letra.
PARA UNA LECCIÓN DEL SUJETO POÉTICO
Pero cómo decirme, decirte, decirles,
que tengo, tienes, tienen, los ojos entornados,
si al final de los ojos, guardo, guardas, guardan,
la almendra de los días y los rotos veranos.
Pero cómo callarme, callarte, callarles,
estos silencios suyos, tuyos, míos,
si en mis, tus, sus, ojos, hay palomas abiertas
sobre campos de sangre, que yo, tú, ellos,
miran,
miras,
miro,
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