Embarrados de pastel y en el cuarto de la desposada.
Así terminó todo.
Así deberían terminar todas las bodas.
Ese día llegué hasta la iglesia de la fe en cristo jesús
(siempre me da miedo entrar a esos lugares donde existe una gran contención sexual
y a uno se le nota demasiado ser diferente)
todas las chicas de faldas largas y manto en la cabeza
soltaron su lujuria como perros de Acteón
y yo tuve la terrible visión poética
de montarlas en la vaca del café
mientras ellas hablaban lenguas entre espasmos
y aunque San Pablo ya previno suficientemente en los Corintios
ellos continuan su hiperglótica tradición.
Pues que llegado ahí, evalué de inmediato
la extensión del catálogo
la gorda, la otra gorda y otra más
que habían salido en el video sony digital.
Una tía Helena perdidamente amada en mi adolescencia
ahora era mayor que su madre.
La que después sería la esposa del Dj.
En fin
De pronto entre las muchas la encontré sinaloense y sabor tonicol
no me gustaba su brassiere y el niño Fer y yo nos sentamos en las bancas de las mujeres
ya para entonces la Raquel era la jefa de la Dorcas.
La miré y la puntié, así dicen los herreros, Victor Luna
pero la reyna le explicó que no le convenía, divorciado, dos hijos, un cabrón.
Yo remonté el curriculum después de la gordita
y ella se fué conmigo pastel de bodas en las piernas.
Hicimos corto viaje a las afueras del Tarín
y pasamos la noche en dulce ayuntamiento.
Dejo constancia aquí
Monday, February 17, 2003
Thursday, January 30, 2003
INVOCACIÓN AL MAR
I
No es agua el mar, es fuego
incendio de la ola en su marea
No es agua el mar, es brasa
hoguera insomne, antorcha de viajero
No es agua el mar, es lumbre
escaldación infausta, sol hirviente
No es agua el mar, si quema
II
¿Qué palabra contiene
su furia y su prodigio?
¿Qué palabra lo fija
lo acecha en su espesura?
¿Qué palabra sujeta
el temple de su orilla?
¿Qué palabra es el mar
qué nombra su sonido?
III
Agua lustral, espumoso veneno
Fresca gota de sangre, miel calada
Río ancho, indócil, petulante
Vaso en el borde, copa, corrimiento
Marea boba, cántaro de lluvia
Fuente, cascada, nieve, lago calmo
Clepsidra, mercurio y bocatoma
Nombres del agua, máquinas del agua
Alzan el índice sobre el falange roto
Corrido y vaporoso y estancado
IV
El agua, serpenteante, su venero
El agua, presurosa, su caída
El agua, coloidal, cuaja su grumo
El agua, vesperal, abre su niebla
El agua, tormentosa, con su estruendo
El agua, alucinante, sueña su agua.
V
Aquí está el mar
¿escuchas su violenta llamada entre las rocas sin descanso?
VI
Canta, oh Diosa, la cólera del mar
Que nos diga la fuente su mística premura
Que nos hable en la ola fugaz de su marea
Aquí está el mar, aquí su incandescencia
Su canto proceloso de sirenas
Su mengua pesca de la luna boba
Su prodigio de sales y locura
Su tormenta, su sol, su movimiento
Su trigo despojado de malezas
Su miedo y su descanso
Su furia de volcanes espumosos
Su timón y su fuego y su lamento
Su inagotable sed, su pulpa hirviente
Su levante y su céfiro
Su astrolabio y su dársena
Su comba, su cadera
Su monstruo, su concha, su crustáceo
Su vestido de nieve en el verano
Su sargazo, su bosque submarino
Su quietud sin reposo
Su ánima corpórea
Su acento tremedal
Su canto sordo
VII
Te invoco mar, negro mar, ciego mar de mis ojos
Surcaremos las aguas de tu incendio imprevisto
Ataremos los cuernos de tu tobillo lánguido
Y tú, animal bramando, mostrarás tus quijadas
¿Dónde estás, quién te llama, obligado perfume de mariscos secretos?
Remos velas timón
Arderán en el soplo de la vejiga rota
Romperán ebrias olas los trémulos bajeles
Abrazarán costados su fatigado brote
Erigirán espumas incandescente mástil
¿Dónde estás, quién te nombra fusil, cántaro, vena constante en el mármol salado?
I
No es agua el mar, es fuego
incendio de la ola en su marea
No es agua el mar, es brasa
hoguera insomne, antorcha de viajero
No es agua el mar, es lumbre
escaldación infausta, sol hirviente
No es agua el mar, si quema
II
¿Qué palabra contiene
su furia y su prodigio?
¿Qué palabra lo fija
lo acecha en su espesura?
¿Qué palabra sujeta
el temple de su orilla?
¿Qué palabra es el mar
qué nombra su sonido?
III
Agua lustral, espumoso veneno
Fresca gota de sangre, miel calada
Río ancho, indócil, petulante
Vaso en el borde, copa, corrimiento
Marea boba, cántaro de lluvia
Fuente, cascada, nieve, lago calmo
Clepsidra, mercurio y bocatoma
Nombres del agua, máquinas del agua
Alzan el índice sobre el falange roto
Corrido y vaporoso y estancado
IV
El agua, serpenteante, su venero
El agua, presurosa, su caída
El agua, coloidal, cuaja su grumo
El agua, vesperal, abre su niebla
El agua, tormentosa, con su estruendo
El agua, alucinante, sueña su agua.
V
Aquí está el mar
¿escuchas su violenta llamada entre las rocas sin descanso?
VI
Canta, oh Diosa, la cólera del mar
Que nos diga la fuente su mística premura
Que nos hable en la ola fugaz de su marea
Aquí está el mar, aquí su incandescencia
Su canto proceloso de sirenas
Su mengua pesca de la luna boba
Su prodigio de sales y locura
Su tormenta, su sol, su movimiento
Su trigo despojado de malezas
Su miedo y su descanso
Su furia de volcanes espumosos
Su timón y su fuego y su lamento
Su inagotable sed, su pulpa hirviente
Su levante y su céfiro
Su astrolabio y su dársena
Su comba, su cadera
Su monstruo, su concha, su crustáceo
Su vestido de nieve en el verano
Su sargazo, su bosque submarino
Su quietud sin reposo
Su ánima corpórea
Su acento tremedal
Su canto sordo
VII
Te invoco mar, negro mar, ciego mar de mis ojos
Surcaremos las aguas de tu incendio imprevisto
Ataremos los cuernos de tu tobillo lánguido
Y tú, animal bramando, mostrarás tus quijadas
¿Dónde estás, quién te llama, obligado perfume de mariscos secretos?
Remos velas timón
Arderán en el soplo de la vejiga rota
Romperán ebrias olas los trémulos bajeles
Abrazarán costados su fatigado brote
Erigirán espumas incandescente mástil
¿Dónde estás, quién te nombra fusil, cántaro, vena constante en el mármol salado?
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